domingo, 7 de noviembre de 2010

Himno nacional francés

Algunos datos sobre LA MARSELLAISE, himno nacional de FranciaFue prohibida durante la etapa del Imperio y la Restauración.
La Marsellesa es rehabilitada por la Revolución de 1830.
Berlioz elabora una orquestación.
La Tercera República (1879) la proclama Himno Nacional.
En 1887 el Ministerio de Guerra, previa consulta, adopta una versión oficial de La Marsellesa.
En septiembre de 1944, el Ministerio de Educación de Francia recomienda que se cante la Marsellesa en las escuelas "para celebrar nuestra liberación y nuestros mártires".
Las constituciones de 1946 y de 1958 (artículo 2) ratifican su carácter de Himno Nacional.


La Marsellaise:

Allons enfants de la patrie
Le jour de gloire est arrivé!
Contre nous de la tyrannie
L'étendard sanglant est levé!
L'étendard sanglant est levé!
Entendez-vous dans les campagnes
Mugir ces féroces soldats?
Ils viennent jusque dans vos bras
Ecorger nos fils, et nos compagnes,
Aux armes citoyens!
Formez vos bataillons!
Marchons, marchons,
Qu’un sang impur abreuve à nos sillons!
Nous entrerons dans la carrière
Quand nos aînés n'y seront plus!
Nous y trouverons leur poussière
Et la trace de leurs vertus.
Bien moins jaloux de leur cercueil,
Nous aurons le sublime orgueil
De les venger ou de les suivre,

Marchemos, hijos de la patria,
Que ha llegado el día de la gloria
El sangriento estandarte de la tiranía
Está ya levantado contra nosotros (bis)
¿ No oís bramar por las campiñas
A esos feroces soldados?
Pues vienen a degollar
A nuestros hijos y a nuestras esposas

¡ A las armas, ciudadanos!
¡ Formad vuestros batallones!
Marchemos, marchemos,
Que una sangre impura
Empape nuestros surcos.

¿ Qué pretende esa horda de esclavos,
De traidores, de reyes conjurados?
¿ Para quién son esas innobles trabas
y esas cadenas
Tiempo ha preparadas? (bis)
¡ Para nosotros, franceses ! Oh, qué ultraje ! (bis)
¡ Qué arrebato nos debe excitar!
Es a nosotros a quienes pretenden sumir
De nuevo en la antigua esclavitud
¡ Y qué ! Sufriremos que esas tropas extranjeras
Dicten la ley en nuestros hogares,
Y que esas falanges mercenarias
Venzan a nuestros valientes guerreros? (bis)
¡ Gran Dios ! Encadenadas nuestras manos,
Tendríamos que doblegar las frentes bajo el yugo!
Los dueños de nuestro destino
No serían más que unos viles déspotas.
¡ Temblad ! tiranos, y también vosotros, pérfidos,
Oprobio de todos los partidos!
¡ Temblad ! Vuestros parricidas proyectos
Van al fin a recibir su castigo. (bis)
Todos son soldados para combatiros.
Si perecen nuestros héroes.
Francia produce otros nuevos
Dispuestos a aniquilaros.
¡ Franceses, como magnánimos guerreros
Sufrid o rechazad los golpes !
Perdonad estas pobres víctimas
Que contra su voluntad se arman contra nosotros.
Pero esos déspotas sanguinarios,
Pero esos cómplices de Bouillé,
Todos esos tigres que, sin piedad,
Desgarran el corazón de su madre ...
Nosotros entramos en el camino
Cuando ya no existan nuestros mayores ;
Allí encontraremos sus cenizas
Y la huella de sus virtudes. (bis)
No estaremos tan celosos de seguirles
Como de participar de su tumba ;
¡ Tendremos el sublime orgullo
De vengarles o de seguirles !
¡ Amor sagrado de la patria,
Conduce y sostén nuestros brazos
vengadores !
¡ Libertad, libertad querida,
Pelea con tus defensores (bis)
¡ Que la victoria acuda bajo tus banderas
Al oír tus varoniles acentos !
¡ Que tus enemigos moribundos
Vean tu triunfo y nuestra gloria !